Seamos sinceros, la saga Kick-Ass tiene un personaje principal muy original con el que el público se sintió identificado, pero no contábamos con la aparición del SECUNDARIO robaescenas. Ese personaje casi hace olvidar que no es el protagonista, como ocurrió en "El Caballero Oscuro" con su demencial Joker. Ahora en Kick-Ass tenemos a esa niña de aspecto inocente pero letal, con un vocabulario digno del mejor Tarantino, llamada Hit Girl.
Y esa ha sido una de las razones de la existencia de esta secuela (esperamos con ansias la adaptación al cómic de su spin-off), pero no la única. La historia ahora se expande, los personajes crecen y la espectacularidad se multiplica, sobre todo sin decepcionar a los fans de la primera película, seguro.
Kick-Ass vuelve al cómic para su secuela, aunque curiosamente su presupuesto es inferior al de su predecesora (lo normal es todo lo contrario), lo que deja en manos de la imaginación explotar ese presupuesto de manera inteligente. La historia retoma donde nos dejó la primera película, con las ansias de venganza de Chris D'Amico por la muerte de su padre. Por ello, se autodeclara el primer supervillano de la historia, enfundado en el traje de cuero de su madre, armado y con un nuevo nombre (El Hijoputa), se propone crear el caos aunque sea a golpe de talonario. Mientras tanto, Dave Lizewski entrena con una ya adolescente Mindy McCready, alias Hit Girl, para luchar contra el crimen, aunque ella tiene que lidiar con su tutor que quiere que sea una niña normal y vaya al instituto.
No vuelven solos, la gente sigue el ejemplo de Kick-Ass y ha empezado a vestirse de superhéroe para combatir el crimen, algunos formando el equipo "Justicia Por Siempre" liderados por el Coronel Barras y Estrellas, un antiguo matón. Sus enemigos no están ajenos a este hecho, por lo que también forman un equipo de villanos, entre los que destaca Madre Rusia, una asesina implacable y temible, desatando la locura en la ciudad y poniendo de cabeza a la policía.
La película dirigida por Jeff Wadlow sigue en la misma línea que su predecesor, Matthew Vaughn (X-Men: First Class), al cuidar ese tono entre la violencia absurda y el humor negro. Es una digna secuela, con escenas concebidas para el fervor de los fans (ver a Madre Rusia en acción es todo un espectáculo), además de acercarse al género de las películas de instituto (genial la trama de Hit Girl versus las Chicas Malas de su instituto).
Hay que agradecer la vuelta del reparto original (no era fácil, dado que no estaban obligados a repetir papeles), además de traernos algunas novedades como Jim Carrey (su carisma es un aval para este Capitán Barras y Estrellas), supliendo de alguna forma al genial Big Daddy de Nicolas Cage de la predecesora (también de manera omnipresente Frank D'Amico interpretado por Mark Strong). Pero los reyes de la función son Aaron Taylor-Johnson, Chloe Grace Moretz y Christopher Mintz-Plasse, en otras palabras, Kick-Ass, Hit Girl y Hijoputa. Este último logra dar los momentos más cómicos de la cinta (atención a la escena post-créditos, avisados estáis), aunque los otros dos no se quedan atrás. Hit Girl siempre ha sido un personaje muy bien explotado por Grace Moretz, por lo que el tratamiento de Taylor-Johnson de su Kick-Ass en esta película es el que mejor ha estado, más cuidado, dando espacio para que el espectador empaticé con él (no olvidemos que Hijoputa y Hit Girl no tienen reparos a la hora de asesinar a sangre fría). Él es el verdadero eje de la película (lo repito, con estos secundarios esto es muy complicado).
A continuación, os dejo el tráiler (se nota que a la hora de promocionar la película cambiaron el nombre de "Hijoputa" por "El Puto Amo", algo censurable aunque comprensible):