Vamos a comentar algunas series que nos abandonan esta ¨temporada ¨2012-13¨ (para servidor la nueva temporada empezará con otra que nos abandona: Breaking Bad), y de paso repasaremos sus títulos de crédito, esa marca con la que se puede reconocer la serie.


Si antes hablábamos de los homenajes que rendían Los Simpson a series con un gran éxito, veíamos que el homenaje radicaba en sus títulos de crédito, siendo la marca con que identificaríamos esta serie, y dando pistas sobre el tono y el contenido de la misma. Muchas veces se sirven de una sintonía o una imagen; a veces ocurre todo lo contrario, ocurre que su ausencia es lo que las define. Por ello aprovechando que estas series han acabado su recorrido recientemente, repasemos unos titulos de créidto para el recuerdo.

The Office

 

Empezó como un remake de su hómonima inglesa, trasladando su estilo de 'falso documental' a Estados Unidos, dejando fuera el humor brusco, irónico y a veces cruel, aunque lo suplen jugando con la vergüenza ajena, y a veces el humor escatológico. Pero lo que realmente hacía especial esta serie eran sus personajes, muy familiares y fáciles de empatizar con cualquier espectador.

Sus títulos de crédito iniciales demuestran el sencillo mundo por que se mueven estos protagonistas, y nos enseñan desde un primer momento el interés de la cámara por los momentos incómodos que se respiran en esta oficina, creando alrededor suyo una especia de 'ecosistema' en el que todos los personajes cumplen una función. Todo esto logra que el espectador se muestre en ocasiones como un personaje más dentro de la oficina, dejando que los dramas de los personajes se vean cómicos desde otro punto de vista.

Mujeres Desesperadas




Estamos ante una de la series con los títulos de crédito más aplaudidos de los últimos años, y es normal, dado que va encadenando una serie de retratos femeninos en diferentes épocas. Además, en las imágenes elegidas se deja intuir una historia oscura detrás de cada una de ellas (no es casualidad que empiece con el cuadro 'Adán y Eva' de Lucas Cranach El Viejo).

A pesar de todo, el propósito de la serie creada por Marc Cherry no queda oculto, el de embarcarse en el mundo de los barrios residenciales norteamericanos en donde las apariencias juegan un papel fundamental, mostrando los secretos que guardan a tráves de sus protagonistas.

Fringe



Se trata de la otra serie de J.J. Abrams, que tuvo menor suerte que 'Perdidos' en cuanto a su reconocimento, a pesar de jugar en la misma liga de la ciencia ficción, logra construir un universo muchos más rico, con un trío de personajes principales de lo más peculiares, que han sido contratados para solventar problemas de cáracter increíbles.

Lo más curioso es que los títulos nos sitúan en el ambiente en el que se moverán los protagonistas, siendo su situación espacio-temporal la que modifiquen el color y las palabras que lo forman. Ojo, que esas palabras que aparecen en los títulos siempre representan los son 'objetivos' a encontrar en ese espacio-tiempo.

Daños Y Perjuicios



La serie más manipuladora por excelencia alcanzó su final el año pasado. Hablo de 'Daños y Perjuicios', la serie que todo el mundo pensaba que sería una de abogados más, pero cuando se estrenó vimos que contba con uno de los personajes más memorables de la pequeña pantalla. Hablo de Patty Hewes, una abogada que haría todo lo posible por ganar, a pesar de que en su camino se cruzara con Ellen Parsons, una abogada novata que se da cuenta de la peor forma el mundo en el que se está introduciendo.

Sus títulos de crédito son breves pero muy concisos. Nos muestran a un par de personajes principales, a las que le siguen una serie de esculturas, todas ellas partes de los principales tribunales de Nueva York (donde se sitúa la mayor parte de la serie). Mientras tanto el resto del mundo parece impasible hasta acabar con la imagen de las dos mujeres, situadas cada una a un lado, frente a su reflejo desenfocado y roto, mientras que suena la canción 'When I am through With You' de VLA. Mención aparte a ese maletín con las manos ensagrentadas que ya de por sí refleja que los golpes de los abogados no siempre serán limipios.

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