"Ésta es la historia de una familia adinerada que lo perdió todo, y del hijo al que no le quedó más remedio que mantenerla unida… es Arrested Development”, dice la voz en off  mientras suenan los títulos de crédito.

Éste es el argumento de la catalogada como la mejor comedia que ha dado la caja tonta, y viéndola tiene verdaderos motivos para serlo. Aclamada por la crítica (no así por el público) aunque ha sido capaz de obtener una cuarta temporada ocho años después de su cancelación. Cosa que dice mucho de un producto televisivo, y no es extraño dado a la originalidad de su propuesta.
La serie está creada por Mitchell Hurwitz en 2003 y narra la historia de un reencuentro familiar forzado tras una situación económica desfavorable e inesperada que comienzan a sufrir todos sus miembros. Y en este preciso instante nos damos cuenta de que toda su riqueza no ha sido reunida de la manera más honesta, y ahora empezarán las consecuencias, cuando intentan deshacerse de sus antiguas costumbres, cosa que no les hace mucha gracia.

El argumento, un poco más extenso, se podría resumir en la historia de Michael Bluth (Jason Bateman) un hombre honorable y serio, que llega a escena para meterse en la empresa familiar. Esta familia, que se podría calificar en lineas generales como manipuladora, egoísta y avara, no se lo pondrá nada fácil al pobre Michael.

El padre de Michael, George Bluth Senior (Jeffrey Tambor), es detenido por una serie de irregularidades por las que su empresa "Bluth" estará al borde de la ruina, siendo él el máximo responsable. Su madre Lucille (Jessica Walter), una dama que se niega rotundamente a hacer frente a su nueva situación,a pesar de ser el máximo exponente de la manipulación y con una predisposición para sacar a la luz los "defectos" de sus hijos. Con ella está Buster (Tony Hale) su hijo menor, que tiene un carácter algo "especial" debido a una continua sobreprotección materna y por la cual es ignorado por sus hermanos mayores.

Luego está George Michael (Michael Cera) el hijo del protagonista, un chaval hasta ahora ajeno al entorno familiar y que servirá tanto de víctima de su díscola familia (sobre todo de su prima "Maeby"), como apoyo para su padre. A continuación conoceremos a Gob (Will Arnet), el hermano mayor de Michael, un "mago" fracasado (aunque sus números a ritmo de Europe y su Final Countdown se pueden calificar como memorables) que tiene fama con la mujeres, lo que no impide tener una rivalidad acentuada con Michael en este campo.

Por último nos encontramos con Lindsay (Portia de Rossi), hermana melliza de Michael, que vive del cuento, junto con su pequeña familia: su marido Tobias (David Cross), un psicólogo retirado (aunque él necesite más que nadie la ayuda de este tipo de profesionales) forman una pareja, extraña por su relación distante aunque tienen en común una hija, Maeby (Alia Shawkat), el polo opuesto de su primo, dada su afición a la estafa, la mentira y la extorsión, hará todo lo posible para desobedecer a sus padres (algo complicado, dado a que prácticamente ignoran su existencia).




Cada capítulo de esta serie tiene una duración muy corta, cosa que afecta dinamismo de su ágil trama, pero sin ser demasiado atropellada. Está contada en formato documental y con un narrador (el propio Ron Howard, director de películas como Una mente maravillosa o Apolo XIII) que guía al espectador, punto a favor dado a la complicación de la trama que pueden llegar a tener en algunos momentos, pero sin ser nunca enigmáticas o enrevesadas. Tiene también una gran facilidad para utilizar todo tipo de métodos de cualquier género de comedia pasando por sus cualidades de telenovela (adopciones secretas, hermanos gemelos ocultos,...) hasta el campo de la comedia en su máximo esplendor. También cuenta con una cargada crítica a varios campos de la sociedad americana: la política, (Sadam Hussein, aunque no nos demos cuenta, es un personaje clave para conocer el negocio de la familia), la justicia (el incidente con la abogada ciega), los medios de comunicación (los vemos casi en todos los capítulos, siendo el catalizador de varios actos cometidos por personajes), la educación (en las tramas de Maeby y George Michael), el racismo (sobre todo con los mexicanos), el conservadurismo extremo, etc., todo ello al servicio de la comedia.

Como último punto a favor de esta serie de culto, apelativo que se suele poner a series acabadas antes de tiempo. En este caso ocurrió por ser muy buena y emitirse en el canal estadounidense Fox (Los Simpson saben a lo que refiero), va tener una segunda vida el próximo año. Esto es algo que, de forma excepcional, se lleva a cabo con series que merecen tener una segunda oportunidad.



Por último, os dejo con los títulos de crédito que, aunque breves, ya nos muestran el tono de falso documental por el que se va mover esta comedia.



2 Responses so far.

  1. Anónimo says:

    Larga vida a los Bluth|||

  2. Ana Banana says:

    "El incidente con la abogada ciega" XDDDDDD

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